Unos adecuados niveles de stocks contribuyen a las ventas y a la rentabilidad de la empresa. La variabilidad de la demanda de los últimos ejercicios, los cambios producidos en las fuentes de suministro, la incorporación de nuevos canales de distribución y las relaciones con proveedores precipitan la necesidad de cambios en la gestión tradicional. Para optimizar el aprovisionamiento debemos conocer las técnicas básicas de reacopio junto con la aplicación de las nuevas prácticas en gestión de stocks.