El repunte del sector servicios español se fortaleció de nuevo al final del primer trimestre del año. En medio de informes de un entorno de demanda interna resistente, los ritmos de crecimiento de la actividad y de los nuevos pedidos se aceleraron hasta sus máximas de dieciséis meses, y la fuerza laboral siguió aumentando.
Pese a ello, las presiones de los precios se mantuvieron elevadas en marzo. Las tasas de inflación de los precios de compra y de los precios de venta fueron históricamente fuertes, y los precios cobrados en particular continuaron aumentando a una de las tasas más fuertes registradas por el estudio. En particular, las preocupaciones sobre las presiones inflacionistas actuales fueron evidentes en las perspectivas de las empresas respecto a la actividad futura que, aunque se mantuvieron positivas, se situaron por debajo de su promedio a largo plazo.