La economía del sector servicios de España terminó el año de manera relativamente positiva, registrando el segundo aumento mensual consecutivo tanto de la actividad comercial como de los nuevos pedidos, debido a un ligero repunte de la demanda. El crecimiento del empleo también continuó, mientras que la inflación de los costes se atenuó notablemente desde noviembre. No obstante, continuó la preocupación sobre la naturaleza elevada de los precios, hecho que conllevó a una pequeña caída de la confianza. El optimismo sobre la actividad futura fue un poco más bajo que en noviembre y se mantuvo históricamente moderado.