El crecimiento de la economía manufacturera española siguió debilitándose en julio. Tanto la producción como el empleo continuaron aumentando, pero a ritmos más débiles, mientras que los nuevos pedidos disminuyeron. Los encuestados comentaron que la demanda del mercado se había ralentizado. Esto tuvo un efecto en cadena en la confianza, que cayó hasta su nivel más bajo en lo que va de año hasta la fecha.
Mientras tanto, los datos de los precios revelaron que los costes de los insumos continuaron aumentando, pero a un ritmo más lento, a pesar de los continuos retrasos en la entrega de insumos. Por el contrario, la inflación de los precios de venta se aceleró hasta su nivel más alto desde principios de 2023.