La economía manufacturera en España siguió expandiéndose en noviembre, aunque a un ritmo más lento. El crecimiento de la producción y el aumento de los nuevos pedidos se debilitaron, en parte como reflejo de las fuertes inundaciones que afectaron a algunas zonas de España desde finales de octubre. La creación de empleo y el aumento de las actividades de compra se mantuvieron de manera similar, pero en grados reducidos.
No obstante, se observó que la demanda subyacente fue positiva, especialmente con respecto de las exportaciones. En consecuencia, la confianza en las perspectivas se mantuvo alta y alcanzó su mejor nivel desde mayo. Mientras tanto, las presiones inflacionistas se mantuvieron en general, ya que los costes aumentaron modestamente y los precios cobrados registraron una ligera reducción.