La economía mundial ha entrado en una etapa de mayor vulnerabilidad sistémica. Durante los últimos 15 años, los sistemas socioeconómicos han soportado tres grandes crisis globales– la gran crisis financiera de 2008, la pandemia de COVID-19 y la guerra de Ucrania en 2022- con consecuencias severas en términos económicos, sociales y ambientales. Uno de los factores que incrementarán de manera continuada esta vulnerabilidad son los riesgos asociados a no sostenibilidad de nuestro modelo
de económico. De acuerdo con Earth Overshoot Day, la economía mundial consumirá en 2022 el equivalente a 1,75 planetas tierra, desde el punto de vista de la capacidad de regeneración de los recursos naturales. Este desequilibrio entre capacidad y consumo de recursos incrementa los riesgos sistémicos a largo plazo. Muestra de ello es que, durante los tres últimos años, los riesgos ambientales y sociales han copado el top 5 de riesgos en el Global Risk Report.