En mayo, la economía de la zona euro mantuvo su crecimiento por quinto mes consecutivo, aunque con una desaceleración marginal. El Índice PMI Compuesto cayó de 50,4 a 50,2, reflejando una expansión tenue, la más moderada desde febrero. La actividad empresarial se vio limitada por una demanda débil y una prolongada caída en los nuevos pedidos, especialmente del exterior, lo que llevó a las empresas a centrarse en pedidos pendientes.
El sector manufacturero impulsó el crecimiento, mientras que los servicios registraron su primera contracción desde noviembre de 2024. Italia y España lideraron el avance, mientras que Alemania y Francia mostraron debilidad. El empleo creció ligeramente, impulsado por el sector servicios, y la confianza empresarial repuntó, aunque se mantiene moderada. La inflación general disminuyó, con costes y precios más bajos en la industria manufacturera, en contraste con aumentos aún elevados en los servicios. En conjunto, el panorama sigue siendo de expansión frágil y desigual entre sectores y países.