TECNOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD EN COMPRAS: QUE EL PRESENTE NO NOS IMPIDA MIRAR AL FUTURO

25 septiembre, 2023

TECNOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD EN COMPRAS: QUE EL PRESENTE NO NOS IMPIDA MIRAR AL FUTURO

Por Iván Martín, responsable técnico de las normas ISO 20400 y UNE 15896 de AERCE 

“Satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias.” Así fue cómo, en 1987, la Comisión Brundtland de Naciones Unidas creada para trabajar por el desarrollo del medioambiente, definió la sostenibilidad.

Desde entonces, más de 140 países en desarrollo exploran la manera de satisfacer sus propias necesidades esforzándose en que el desarrollo de hoy no impacte negativamente en las generaciones futuras.

Algo similar ha sucedido con las empresas que, desde hace una década, atienden de forma creciente todo lo concerniente a la sostenibilidad impulsando acciones en todos ámbitos de la propia organización. Y es desde hace 2 o 3 años cuando se ha considerado la función de Compras un área clave en este proceso, dado que tiene la llave de la cadena de suministro y, con ello, la capacidad de mitigar los riesgos que puedan surgir en relación a diferentes aspectos que puedan dañar muy seriamente la credibilidad y la marca de la empresa en el mercado.

Por este motivo nació la ISO 20400 de Compras Sostenibles en el año 2017 y cada vez hay más organizaciones certificadas con ella.

ISO 20400. Porque la sostenibilidad evita riesgos

La ISO 20400 de Compras Sostenibles es una herramienta muy eficaz para poder trasladar sus políticas de sostenibilidad a la cadena de suministro en la búsqueda de la mejora continua incorporando para ello las 7 materias fundamentales de la ISO 26000 y los 17 ODS de Naciones Unidas a los procesos de compra de cada organización.

¿Cuáles son estos riesgos?

Reputación: aquellos que hacen que un tercero pueda concebir una idea o concepto negativo sobre el desarrollo de nuestra actividad.

Finanzas: asociados a la salud financiera de nuestros proveedores; suelen ser controlados al inicio pero se descuidan en ocasiones cuando pasan a ser proveedores habituales.

Geopolítica: inherentes a la ubicación geográfica de un proveedor, abarcan las consecuencias derivadas de eventos climatológicos, crisis epidémicas o de un conflicto bélico.

Calidad: asociados a los bajos estándares de calidad en la producción de los proveedores.

Servicio: relacionados con un servicio deficiente, sus consecuencias se agravan en función de la criticidad de la categoría.

Tecnológicos: la obsolescencia de nuestro proveedor frente a los de la competencia pueden llevarnos a perder competitividad en el mercado.

Legislativos: relacionados con cambios regulatorios no atendidos.

Compliance/ética: vinculados a casos de corrupción e incumplimientos normativos de nuestros proveedores.

Más allá de la ISO 20400, cuando queremos construir una política ESG aplicada a la cadena de suministro hemos de dar algunos pasos previos y, adicionalmente, incorporarlos a los análisis de materialidad que nos permitan anticiparnos a situaciones futuras.

Tenemos además que ser conscientes  de que los riesgos en la cadena de suministro ya enunciados son el primer gran peligro al que vamos a tener que hacer frente.

En la actualidad, la Unión Europea está trabajando en una Directiva que se ratificará en 2024 para todos los estados miembros obliguen a sus empresas a contar con herramientas de auditoría y control de toda la cadena de suministro desde la óptica de derechos humanos y medioambiente; un paso más en la lucha por evitar los riesgos citados anteriormente.

Pero ¿por qué esperar si podemos avanzar desde hoy mismo poniendo en marcha una política ESG aplicada a la cadena de suministro? Empezar a desarrollarlo es sencillo si tenemos en cuenta los primeros pasos que se han de dar:

  1. Categorizar todas nuestras compras y ubicando a nuestros proveedores según matriz de Kraljic.
  2. Llevar a cabo planes de comunicación y jornadas de sensibilización entre nuestros proveedores.
  3. Crear una matriz de homologación en función de la categoría.
  4. Incluir en los criterios de homologación todas las cuestiones ESG.
  5. Hacer auditorías y evaluaciones al menos anuales a los proveedores TIER 1.
  6. Desarrollar una política de compras global con estos criterios y comunicarla internamente a toda la organización.
  7. Analizar a los proveedores por debajo del scoring mínimo con un plan de acción por su parte para cubrir deficiencias.
  8. Incluir los mínimos establecidos para proveedores en contrato.
  9. Valorar posibles mejoras en los procesos ESG en las nuevas licitaciones, además de asignar puntuación en la parte técnica de la licitación.
  10. Englobar a los proveedores estratégicos dentro de los grupos de interés en los análisis de materialidad.

Una vez dados estos pasos, ya podemos comenzar a diseñar nuestro plan para cuyo desarrollo pueden ser de utilidad algunos consejos:

  • Analiza la memoria no financiera de tu organización. Trata de conocer los ODS y los principales objetivos a nivel de Sostenibilidad en los que trabaja tu organización.
  • Reúnete con los actores claves en tu empresa: RRHH, director general, director de sostenibilidad etc. y explica tu voluntad de trasladar a la cadena de suministro esta política ESG.
  • Determina los diferentes procesos por los que pasa una compra: global sourcing, homologación de proveedores, RFI, RFP, RFQ, contrato, pedido, pago…
  • Partiendo de las 7 materias fundamentales de la ISO 26000 (gobernanza, desarrollo para la comunidad, asuntos de los consumidores, medioambiente, prácticas justas, derechos humanos y prácticas laborales), crea una matriz con dichas materias y los procesos de Compras.
  • Partiendo de ella, analiza en función de los objetivos de tu organización en materia de sostenibilidad y de los ODS qué acciones puedes llevar a cabo en relación a cada una de las materias fundamentales y los procesos de compras.
  • Siendo realista, define qué ratios quieres utilizar como indicadores.
  • Conjuntamente con el equipo de sostenibilidad, plantea los objetivos a conseguir en el corto, medio o largo plazo con cada acción.
  • Si no los tenéis identificados aun, definid los grupos de interés y sus intereses y, una vez al año, revisad si los objetivos planteados por la organización cumplen con sus expectativas.
  • Promueve un comité de sostenibilidad orientado a revisar los resultados mensualmente
  • Crea la nueva política de compras introduciendo criterios ESG incluidos en la homologación y evaluación de proveedores. Define una estrategia por categoría si el volumen de compras que gestiona tu departamento es elevado.
  • Define una estrategia de comunicación interna y externa para la ejecución del proyecto.

Tecnología, el vehículo para alcanzar tus metas

La tecnología es clave para impulsar planes de sostenibilidad por lo que en ningún caso ha de ser un coste sino una inversión. La sostenibilidad es la palanca necesaria para redefinir y rediseñar procesos que hagan nuestra gestión más eficiente: no se trata de pagar más sino de aprovechar mejor nuestros recursos.

Imaginemos por ejemplo cualquier producto de limpieza cuyo contenido es agua en un 95%.  Si eliminamos el 100% del agua de la ecuación, conseguiremos una reducción considerable de los costes de almacenamiento, transporte, plásticos y por ende del precio. Esta transformación es la que persigue la sostenibilidad y ejemplifica la vital importancia de la tecnología.

También es destacable el siguiente dato: las compañías que utilizan medios electrónicos en sus negociaciones obtienen mejores condiciones que las que no lo utilizan.

Si nos preocupa la gestión del medioambiente, ¿cómo vamos a estimar el impacto de las emisiones de CO2 sin tecnología? Y si no podemos medirlo ¿cómo vamos a mejorar? Lo mismo sucede con la gestión de residuos, los recursos hídricos o las fuentes de energía. Necesitamos la tecnología para poder garantizar fuentes de información sólidas y homogéneas y para, como decíamos al principio, “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias”.

Quiero finalizar este artículo con una cita de Mahatma Gandhi que, en relación a todo lo abordado, invita a la reflexión: “La tierra proporciona lo suficiente para poder satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre”.