GEMA SÁNCHEZ. Coach ejecutiva y fundadora de Afincoach
Tras varios años de experiencia en la empresa privada y con una amplia trayectoria liderando equipos y formando parte de ellos, en 2014 Gema Sánchez decide poner en marcha Afincoach. Una empresa desde la que acompaña a las personas y a las organizaciones en sus procesos de transformación y desarrollo, a través de servicios de coaching, formación y consultoría personalizados según las necesidades y objetivos de cada cliente.
Además, colabora como docente en AERCE Business School donde imparte el curso “Habilidades de negociación y coaching para compradores”.
Bienvenida, Gema. Queremos comenzar esta entrevista con una pregunta que puede parecer muy simple pero que nos genera bastante interés: en un momento en el que todas las organizaciones están (estamos) tan interesadas en la Inteligencia Artificial, ¿qué lugar va a ocupar la Inteligencia Emocional a partir de ahora?
En mi opinión, va a seguir ocupando un lugar extremadamente relevante incluso en entornos donde la Inteligencia Artificial gana terreno. Siempre ha sido definitiva en el resultado, lo que ocurre es que no éramos conscientes de ello. Hay profesionales que todavía no lo son.
A medida que las organizaciones incorporan tecnologías de Inteligencia Artificial (IA), la importancia de las habilidades humanas, en general y de la Inteligencia Emocional (IE) en particular, se vuelven más críticas.
Contextualizando: la IA se centra en la automatización de tareas y el procesamiento de datos. La IE, como dice Marian Rojas Estapé, es la capacidad para entender y expresar mis emociones, intentar entender lo que hacen los demás y ponerme en su lugar.
Ambas no son excluyentes, se complementan entre sí. Es importante invertir para integrar y desarrollar la IE en nuestra organización, dado que mejora la efectividad y la satisfacción de los profesionales y fortalece las relaciones interpersonales en este contexto tecnológico cambiante. Solo pensar en la velocidad del cambio y el desarrollo tecnológico, que va a seguir provocando la integración de la IA en las organizaciones y en nuestras vidas, nos da la primera pista para pensar que la capacidad de adaptación se nos va a quedar corta pronto.
En resumen, desde mi punto de vista, el objetivo es “abrazar el cambio” provocado por la IA, para estar a la altura de la velocidad y no caer en la frustración. Aquí está la clave de la IE, ante cualquier cambio, suele aparecer el miedo a lo desconocido, la resistencia. El desarrollo de la IE implica, que incluso con miedo, actuemos. La gestión efectiva de las emociones nos invita a identificar, aceptar, transitar y gestionar. Esto quiere decir que aún con miedo e incertidumbre, soy capaz de abrazar el cambio más allá de lo que siento porque sé gestionarlo de manera efectiva.
¿Cuáles son las habilidades humanas más importantes en un departamento de Compras? ¿Difieren en algo de las que se requieren en otros departamentos de una empresa?
Desarrollar cualquier habilidad humana nos permite mejorar y diferenciarnos en nuestro trabajo. Por lo que todas son bien recibidas.
Podemos distinguir entre las habilidades humanas para cualquier área y las más específicas para el departamento de Compras. Estas últimas estarán enfocadas al éxito en las operaciones y a construir relaciones efectivas con sus grupos de influencia: proveedores, cliente interno…
Entre las primeras podemos incluir: la escucha activa, la comunicación, la flexibilidad y la adaptación ante el cambio.
En las más específicas del departamento de Compras me detengo un poco más.
Capacidad de negociación, indiscutiblemente, para negociar de manera efectiva obteniendo los acuerdos de mayor calidad con proveedores y otros equipos, dentro de la organización.
Una toma de decisiones basada en los datos y en la selección de las opciones más beneficiosas para la empresa.
Una buena gestión del tiempo para cumplir plazos y ser productivos, ya que los profesionales de Compras suelen manejar múltiples proyectos y tareas de manera simultánea con varias negociaciones que preparar y llevar a cabo.
Orientación al cliente interno para comprender las necesidades y expectativas de los diferentes departamentos de la empresa (y aquí la IE que comentábamos anteriormente se hace clave), contribuye a la toma de decisiones alineadas con los objetivos globales de la organización.
Creatividad para identificar problemas y desarrollar soluciones innovadoras que resuelvan situaciones que no se han dado antes.
Relaciones interpersonales que les ayuden a construir y mantener relaciones sólidas basadas en la confianza y la colaboración, para establecer relaciones a largo plazo con sus grupos de influencia.
Integridad y ética, fundamentales en Compras, dado que sus profesionales manejan transacciones financieras, acuerdos contractuales y, a menudo, información confidencial.
En resumen, las habilidades humanas en un departamento de Compras nos complementan y nos diferencian más allá de nuestras competencias técnicas. Estas habilidades contribuyen al logro de objetivos del departamento, alineados con las metas de la organización y aportando un valor significativo.
Durante los últimos años, una de las habilidades más demandadas ha sido el liderazgo. ¿Cómo definirías el liderazgo? ¿Qué cualidades ha de tener un buen líder?
Hay una gran variedad de definiciones de liderazgo.
Para mí, la capacidad de liderar a otros, parte de la capacidad para liderarte tú, de tu autoliderazgo. Nos lideramos para trascender, que no es otra cosa que contribuir a mejorar el trabajo, los resultados y la vida de las personas.
A partir de ahí, podemos desarrollar diferentes estilos de liderazgo ante diferentes situaciones, equipos y profesionales.
Podemos definirlo como el conjunto de habilidades y cualidades que van más allá de dirigir a un grupo. Unas habilidades que implican saber inspirar, motivar, guiar y desarrollar a nuestros grupos de influencia.
Un buen líder, ante todo, posee una mirada apreciativa hacia las personas con las que comparte equipo. Mira los resultados que esa persona puede obtener y aportar, y le acompaña y guía en el desarrollo de sus competencias hacia el logro de objetivos.
Por eso, decimos que el líder se desarrolla en base a los objetivos y al equipo que lidera y para ello ha de tener una capacidad de aprendizaje continuo.
He acompañado a líderes que se enfrentaban a ambiciosos retos, y los han conseguido desarrollando habilidades humanas determinadas por ese reto y agilizando la transformación necesaria, con un proceso de Coaching ejecutivo.
En conclusión, las cualidades que puede desarrollar un líder son autoliderazgo, visión, humildad, aprendizaje continuo, escucha activa como parte de la comunicación efectiva, mirada apreciativa, adaptabilidad, empatía, integridad, pensamiento estratégico, desarrollo de equipos, inspiración y motivación, toma de decisiones e Inteligencia Emocional.
Escucha activa. Este es otro término que venimos escuchando con frecuencia. ¿Qué es la escucha activa y por qué es tan importante en un área como Compras?
Los que me escucharon en el magnífico Procurement Day que organizó AERCE en la Escuela de Empresarios de Valencia el pasado mes de noviembre, pudieron llevarse una idea clara de lo importante que es para mí la escucha activa.
La escucha activa es escuchar para entender lo que nos están diciendo. No para contestar y “hablar de mi libro”.
Es la base de otras habilidades humanas tan importantes para el área de Compras como son la comunicación efectiva, la persuasión, la influencia, la empatía, la toma de decisiones, el liderazgo y la comunicación no verbal. La escucha activa es clave en la negociación. Nos va a permitir captar información más allá incluso de lo que nos dice la otra parte, porque no solo escuchamos el lenguaje, sino también al cuerpo y las emociones y, de manera inconsciente, con esa triple información, valoramos la coherencia.
Una pregunta recurrente en todos los cursos de negociación que imparto con AERCE es cómo negociar con perfiles duros, agresivos, cuando la otra parte está fuera de control. Tener desarrollada la escucha activa me permite activarla en ese momento para mantener la calma. No estoy atenta a cómo me está alterando esta situación, sino a lo que está diciendo para entenderle. Entenderle no quiere decir que acepte su forma de comunicarse o negociar, quiere decir que entiendo por qué está así. Esto además me permite captar información interesante, que en ese momento se le escapa.
En la negociación interna o en nuestra colaboración con otras áreas nos permite conocer y entender mucho más de lo que pensabas a las personas con las que nos relacionamos. Cuando interrumpimos perdemos la oportunidad de obtener más información para entender mejor. Lo que digo cuando interrumpo, ya me lo sé, lo que me pierdo por escuchar no.
Particularmente la escucha activa tiene otros efectos que me han ayudado mucho en mi día a día. Desde la escucha activa, practico de una manera informal la atención plena, poniendo el foco en el otro y en lo que me cuenta.
También me sirve al hablar en público. En ocasiones puntuales, me tensiono por esa exigencia pasada de vueltas que me secuestra. Activar la escucha, me permite silenciar el ruido de mi exigencia, aceptar cómo me siento y decidir estar en el momento presente.
Desarrollar nuestra escucha activa en el 2024 puede ser un estupendo propósito, que seguro que nos trae interesantes sorpresas.