Los PMI de junio de 2025 muestran una economía global que continúa expandiéndose aunque a un ritmo desigual entre regiones y con indicios de moderación. Según el análisis realizado por el presidente de AERCE, Gonzalo Fornos, las cifras del pasado mes evidencian una ligera mejora en los principales indicadores, pero también plantean retos significativos de cara al segundo semestre del año.
En el caso de España, el PMI compuesto se situó en 52,1, apoyado tanto por el sector servicios (51,9) como por un sector manufacturero (51,4), que alcanza su mejor registro en lo que va de año. La economía española mostró una evolución positiva en producción, empleo e inversión, aunque con señales de alerta en la demanda, que cayó por primera vez en 19 meses, tanto a nivel nacional como internacional.
La recuperación de la actividad está acompañada de una mejora en la confianza empresarial y una continuidad en la creación de empleo, lo que apunta a una resistencia destacable del sector privado pese a la persistencia de factores de presión: los costes laborales y logísticos siguen elevados y los precios de venta aumentaron al ritmo más alto del último año para proteger márgenes empresariales.
A nivel europeo, el PMI compuesto de la eurozona alcanzó los 50,6 puntos, lo que indica una expansión modesta pero sostenida por sexto mes consecutivo. Irlanda, España e Italia lideran el crecimiento, mientras que Alemania vuelve a la senda positiva y Francia permanece en contracción.
Pese al contexto internacional incierto y la fragilidad de la demanda, los indicadores de junio apuntan a una economía española que mantiene el pulso y muestra signos incipientes de recuperación industrial, si bien la consolidación de esta tendencia dependerá de la evolución de las tensiones geopolíticas, los precios y el comportamiento de la demanda exterior en los próximos meses.