LOS ARTÍFICES DE LA TRANSFORMACIÓN REAL SON LAS PERSONAS

27 febrero, 2024

LOS ARTÍFICES DE LA TRANSFORMACIÓN REAL SON LAS PERSONAS

Entrevistamos a Laura Gil, directora de transformación digital de Damm. 

Licenciada en Economía por la Universidad Autónoma de Barcelona y con una trayectoria de 25 años en Damm, Laura Gil lidera  la transformación digital de la compañía desde 2016.  Una transformación que, en tan solo 7 años, ha logrado posicionar a la cervecera como un referente de éxito, también, en este ámbito.  Hoy le pedimos que comparta su experiencia con nosotros y que nos cuente por qué la transformación digital va de personas y no tanto de tecnología.  

Laura, Damm es una compañía con 150 años de historia en la que comenzaste a trabajar hace 25 años. ¿Cómo era la Damm en la que aterrizaste y cómo es la Damm de hoy?

En estos 25 años Damm ha cambiado mucho en diferentes aspectos. Para empezar, la compañía ha transformado toda su actividad y hemos pasado de producir solo cerveza a controlar todo el proceso desde la producción de la malta hasta la logística.

Este crecimiento ha ido en paralelo a la revolución tecnológica que estamos viviendo y que ha impactado tanto en la producción con la irrupción de la industria 4.0 como en todos los procesos internos, así como en el modo en que nos relacionamos con los clientes y consumidores. Esto ha conllevado una transformación total de nuestro modelo de negocio. Es importante destacar que, aunque la compañía se ha transformado para adaptarse a les exigencias de un nuevo mercado y de los nuevos consumidores, siempre ha mantenido sus valores y el carácter que la definen desde sus orígenes. Esto queda patente en su continua apuesta por la innovación y la sostenibilidad en toda su actividad.  


Como señalábamos, en Damm sois unos convencidos de que la transformación digital va más de personas que de tecnología. Y lo cierto es que parece imposible afrontar un proyecto de transformación digital como el de Damm sin promover una transformación cultural previa… ¿Cómo afrontasteis ese proceso y cómo vencisteis las reticencias que seguro os encontrasteis?

Sin duda alguna, la tecnología es solo es el canal o la herramienta, pero lo que hace posible que haya una transformación real en las compañías son las personas. Es necesario un cambio cultural interno relevante que abrace estos cambios tecnológicos para evitar posibles reticencias y barreras.
En Damm llevamos desde 2016 inmersos en esta transformación con más de 250 proyectos tecnológicos culminados. Durante este tiempo ha sido clave invertir también en formación y en acciones de comunicación que han ayudado a hacer realidad este cambio cultural. Un claro ejemplo es el programa de formación Damm Foundations que realizamos en colaboración con el ISDI y por el que ya han pasado unas 200 personas.

Además, como en muchas otras compañías, la pandemia de la COVID-19 en 2020 ha sido clave para afianzar esta cultura de la digitalización y la incorporación de algunas herramientas digitales en nuestro día a día. Es decir, los valores de cultura digital han de ser responsabilidad de todas las personas de la organización, independientemente de su puesto de trabajo. Por este motivo, es fundamental redefinir todo el ciclo de vida del empleado y empleada para que sea digital. Esto pasa por tener impulsar un workplace digital, que permita impulsar el trabajo colaborativo, el trabajo en remoto e implementar proyectos agile.

Ahora que esta cultura del cambio digital es inherente a todos los departamentos, queremos ir un paso más allá y estamos trabajando en la incorporación de la Inteligencia Artificial con la finalidad de virar hacia una compañía data driven.

En Damm, la digitalización está presente en todos vuestros procesos y trabajáis implicando a todos los actores de la cadena de valor, desde el agricultor hasta el consumidor final. En el caso del colectivo agrario o de otros públicos más tradicionales y aparentemente más reacios a abrazar la tecnología, ¿cómo ha sido el proceso? ¿Cómo habéis logrado superar la brecha digital en esos casos?

En Damm tenemos proveedores de todo tipo, desde startups a grandes compañías, y tenemos que ser capaces de adaptar nuestros procesos a las diferentes situaciones y necesidades. Además, como gran compañía, tenemos que ser tractora de la innovación y poner herramientas digitales a disposición de nuestros stakeholders menos digitalizados.

En el caso del colectivo agrario trabajamos con grandes compañías, pero también con pequeños agricultores. Es cierto que este sector arrastra muchos estigmas, pero en general está muy profesionalizado y está abierto a implementar todas aquellas innovaciones que mejoren su actividad. Por ello, desde Damm, trabajamos mano a mano con ellos para impulsar proyectos que permiten mejorar sus indicadores de temas como por ejemplo la huella hídrica, así como una mayor trazabilidad del producto.

En nuestro caso, vemos una mayor brecha digital en el sector Horeca, especialmente en aquellos establecimientos más tradicionales que mayormente son pequeñas empresas. Por eso, desde Damm, apoyamos la digitalización del sector a través de diferentes iniciativas. La más destacable es la app Bar Manager que ya disponen 39.000 clientes de Horeca y desde la que pueden digitalizar sus cartas, hacer pedidos o consultar promociones y noticias sectoriales.

La formación se ha convertido una parte más del trabajo. Pero, en un ámbito como el tecnológico en el que, casi a diario, llega a nuestros oídos una aplicación “revolucionaria” o una herramienta tecnológica que va a llevar nuestra forma de trabajar a otro nivel, ¿por dónde empezar? Y, sobre todo, ¿cómo gestionar esa sensación de ansiedad tan frecuente de “estar quedándote atrás” continuamente?

El gran cambio actual versus antiguamente es que hace años primero te formabas y después empezabas a trabajar, en cambio ahora es necesario seguir formándose de manera continua.

En este sentido hay una parte de responsabilidad individual que debe responder a la curiosidad de cada persona y para ello es fundamental leer mucho para entender lo que está sucediendo a nivel tecnológico y poder conocer las principales tendencias.

Por otro lado, la compañía también tiene que facilitar herramientas formativas a las personas de su equipo. En Damm disponemos de la Damm Academy que ofrece formación a la carta para que cada persona pueda formarse en aquello que más necesita.

En cuanto a la sensación de ansiedad, es cierto que hay mucha información de innovaciones tecnológicas y resulta complicado poder estar al día de todas y cada una de las novedades. Para evitar esta sensación de infoxicación continua destacaría dos cosas. Por un lado, no olvidar nunca tu objetivo, es decir qué quieres conseguir. A partir de aquí, buscar qué solución tecnológica te permite alcanzarlo. Es decir, no dejarte llevar por tendencias o por querer adoptar una tecnología en concreto porque está de moda. Es necesario preguntarte si esta tecnología te permite alcanzar el objetivo que te has marcado.

En segundo lugar, rodearte de los partners y el equipo adecuado que aporten los conocimientos técnicos y que te ayuden a estar al día de todas las novedades para decidir cuáles pueden ser útiles para tu negocio.

Muchos de nuestros asociados son pequeñas y medianas empresas. ¿Es la tecnología también para ellas? ¿Qué beneficios les puede aportar tanto en el corto como en el largo plazo?

La adopción de la tecnología en la pyme es fundamental para su supervivencia a largo plazo. Está claro que hay algunos recursos que están más al alcance de las grandes empresas, pero estamos viviendo la era de la democratización de la tecnología. Es decir, hay muchas soluciones que no son caras y permiten mejorar la eficiencia de las empresas.

En cualquier caso, antes de realizar inversiones relevantes en grandes soluciones, es preciso probar otras herramientas más económicas, aunque no sean tan completas, pero que te permitan medir su rendimiento para confirmar que la inversión es rentable.

Y para terminar, hablemos de comunicación. Un proceso de transformación será exitoso si es transversal e implica a todos los grupos de interés de una organización. ¿Qué papel ha jugado la comunicación en el proceso de transformación digital de Damm?

La comunicación tanto interna como externa ha sido fundamental en todo el proceso de transformación digital en Damm. En cualquier caso, es preciso destacar que en este ámbito, sino que es la suma de las diferentes acciones.

La creación del departamento de transformación digital en 2016 ya supuso un punto de inflexión a nivel cultural y comunicativo. Una declaración de intenciones de que Damm estaba inmersa en este cambio cultural. A partir de aquí, se han diseñado una serie de acciones que han contribuido a esta involucración de las personas en la digitalización de la compañía. Por ejemplo, realizamos periódicamente sesiones de Let’s Damm Together, en las que expertos dan a conocer algunas de las últimas novedades tecnológicas.

La culminación de este proceso fue en 2021 con el lanzamiento del LAB1876, nuestro programa de intramprendimiento en el que pueden participar todas las personas de Damm a fin de proponer soluciones tecnológicas que resuelvan algunos de los retos de la compañía. Este año estamos llevando a cabo la tercera edición y por el programa ya han participado cerca de 140 personas y se han presentado más 30 ideas.

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