El pasado miércoles 24 de abril, el Parlamento Europeo aprobó la nueva Directiva sobre Diligencia Debida de las empresas en materia de sostenibilidad, con un respaldo de 374 votos a favor, 235 en contra y 19 abstenciones. Esta normativa, negociada con el Consejo, establece la obligación para las empresas y sus colaboradores a lo largo de toda la cadena de suministro (desde la adquisición hasta la distribución), de mitigar, detener o reducir su impacto negativo sobre cualquier aspecto que vaya en contra de los derechos humanos y el medioambiente. Entre las áreas de preocupación abordadas se incluyen la esclavitud, el trabajo infantil, la explotación laboral, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la destrucción del patrimonio natural.